Vómitos en el niño: cómo averiguar qué le sucede
Escrito por Pedro Ojeda Fernández
Revisado medicamente por Dr Marta Bernaola Abraira
Ultima actualizacion: September 20, 2024
Hay que descartar que el vómito alerte de una dolencia grave
Un niño que vomita sin parar es una fuente de preocupación para sus padres. El vómito puede alertar de una enfermedad seria o ser síntoma de una dolencia leve. Por ello, hay que actuar con cautela y vigilarle estrechamente, sobre todo si se trata de un bebé. El antes y el después en la aparición del vómito puede ser muy útil para que el pediatra identifique el mal que sufre el pequeño paciente.
¿Qué son los vómitos?
El vómito es la expulsión forzada del contenido del estómago hacia la boca. En el niño los vómitos se presentan en multitud de enfermedades y a veces constituyen el síntoma principal de algunas de ellas. En el vómito se pueden distinguir tres fases. En la primera de ellas, el niño nota esa sensación desagradable antes de la inminente expulsión del contenido gástrico, junto a sudoración y palidez. Las náuseas van seguidas de arcadas y posteriormente aparece el vómito propiamente dicho.
En los niños debemos distinguir el vómito de las regurgitaciones. Éstas son muy frecuentes en los menores de un año, sobre todo antes de los seis meses, y consisten en la expulsión del contenido gástrico a través de la boca sin ningún tipo de esfuerzo.
Dr. Andrés Bodas Pinedo
Servicio de Pediatría. Hospital Clínico San Carlos (Madrid)
¿Cómo saber si los vómitos son síntoma de una enfermedad grave?
Cuando un pediatra valora a un niño con vómitos en su consulta o en urgencias, debe plantearse si el cuadro de vómitos que presenta el niño es secundario a una enfermedad grave, como por ejemplo una obstrucción intestinal o si es debido simplemente a un proceso benigno y normalmente de corta duración. Muchas veces los vómitos aparecen acompañados de otros tipos de signos o síntomas que pueden orientar hacia la causa de los mismos, como fiebre, dolor de cabeza o de garganta, tos o mucosidad abundante.
También el pediatra interrogará a la familia del niño acerca de la existencia de algún antecedente importante que pueda sugerir la causa de los vómitos y que requiera un tipo de tratamiento especial, como por ejemplo si ha habido algún traumatismo craneal o abdominal previo a la aparición del cuadro, si ha tomado algún medicamento, alguna sustancia tóxica o algún alimento que no había comido antes o si el niño ha sido sometido a alguna intervención quirúrgica abdominal.
¿Cuáles son las causas más frecuentes de los vómitos?
Como en muchas otras enfermedades que afectan a los niños, cuando un pediatra se plantea cuál es la causa del vómito que presenta su paciente, debe tener en cuenta su edad, ya que según sea el niño mayor o menor de ciertas edades, las causas pueden ser diferentes.
En el niño recién nacido la aparición de vómitos debe ser siempre tenida en cuenta, sobre todo si se asocia a fiebre, el niño se niega a hacer correctamente las tomas que le corresponden o está decaído. En estos casos, habría que pensar que ese recién nacido podría tener una enfermedad importante como algún tipo de infección que debe ser detectada y tratada correctamente.
En el recién nacido y el lactante una causa frecuente de vómitos es el reflujo gastroesofágico. Lo más común es que en estos casos se trate de reflujo fisiológico, es decir, el alimento llega desde el estómago hasta la boca y desde allí es expulsado mediante una regurgitación. Estas regurgitaciones se producen varias veces a lo largo del día, sobre todo después de las tomas.
A pesar de dichas regurgitaciones frecuentes, los niños con reflujo gastroesofágico fisiológico se muestran contentos y continúan realizando sus actividades habituales sin problemas, manteniendo una buena ganancia tanto de peso como de talla. La mayor parte de estos niños presenta una mejoría de las regurgitaciones durante el primer año de vida, hasta que se produce su completa desaparición. Un porcentaje pequeño de los niños con reflujo gastroesofágico desarrollarán lo que se denomina enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Otra causa de vómitos en lactantes es la aparición de intolerancia o alergia a las proteínas de la leche de vaca.
Son niños que mientras que han sido alimentados con leche materna no han presentado ningún tipo de problema y que cuando se produce el cambio a una fórmula artificial comienzan con vómitos.
Pueden estar asociados con otros síntomas como alteraciones de la piel en forma de urticaria, problemas respiratorios o en algunas ocasiones aparición, de sangre en las deposiciones.
También a esta edad, y sobre todo en niños de entre tres y seis semanas de vida en los que aparecen vómitos de los denominados “en escopetazo” después de las tomas, debemos pensar en la existencia de un estrechamiento a la salida del estómago que hace que la comida no pase correctamente a través del píloro. Es lo que se denomina estenosis de píloro. En estas edades tan tempranas del bebé, se debe tener en cuenta además la posible existencia de obstrucciones dentro de su intestino que puedan ser producidas por malformaciones congénitas del intestino.
En niños algo más mayores, preescolares o escolares, la causa más común de vómitos es la gastroenteritis aguda. En ella, además de vómitos, los niños suelen presentar fiebre y diarrea. La mayoría de las veces la causa de una gastroenteritis a estas edades son infecciones virales, aunque hay otras causas de vómitos que también deben ser tenidas en cuenta, como otro tipo de infecciones, de orina por ejemplo, o una amigdalitis.
En niños preadolescentes y adolescentes, también la gastroenteritis aguda es una de las causas más frecuentes de vómitos.
A esta edad también se debe pensar en otras patologías, como una apendicitis aguda, que además de vómitos puede producir en el niño dolor abdominal y fiebre, o la ingestión de sustancia tóxicas.
En estos niños la causa de los vómitos puede ser alguna de las citadas anteriormente como causa de vómitos en niños de menor edad.
Categoría: Crecimiento y Desarrollo