Mi hijo tiene parásitos intestinales, ¿cómo se ha contagiado?
Escrito por Raquel Palacios Benito
Revisado medicamente por Dr Esteban Delgado, PhD, FRSPH, MAE
Ultima actualizacion: September 20, 2024
La higiene de manos es la primera medida de prevención
La presencia de parásitos en el intestino, la parasitosis intestinal, es bastante frecuente en países en vías de desarrollo. La mala higiene del agua y la contaminación de los alimentos están detrás de la mayoría de los casos. En España es algo menos habitual, aunque se ha producido un aumento de casos debido a la inmigración y a los viajes a zonas tropicales. Los niños, sobre todo en edad preescolar, son los más afectados debido al contacto directo con la tierra y la falta de higiene: manos sucias o introducción de objetos en la boca. Los síntomas suelen ser escasos o incluso no existir, convirtiéndose estos niños en portadores asintomáticos que van transmitiendo los parásitos.
Dra. Esther Vaquero. Unidad de Gastroenterología y Nutrición Infantil.
Servicio de Pediatría, Hospital Clínico San Carlos de Madrid
¿Cuántos tipos de parasitos intestinales existen?
Los parásitos intestinales se clasifican en protozoos, que son los más frecuentes, y gusanos:
Protozoos
– Giardia lamblia
– Entamoeba hystolítica
– Cryptosporidium
– Blastocystis hominis y Endolimax nana: estos dos no son causantes de enfermedad, salvo que el niño tenga una inmunodeficiencia.
Gusanos
Cilíndricos
– Enterobius vermicularis
– Trichuris trichiura
– Ascaris lumbricoides (las conocidas lombrices)
– Strongyloides stercolaris o Uncinarias
Planos
– Hymenolepis nana
– Taenias saginata o Taenia solium
¿Cómo se contagian estos parásitos?
La principal vía de contagio de los parásitos intestinales es la fecal-oral; se eliminan por las heces y se adquieren por la boca. Pero algunos tienen casos peculiaridades:
- La Giardia lamblia es el protozoo más frecuente en países industrializados, sobre todo en niños de guardería y en escolares. Este parásito coloniza las primeras porciones del intestino delgado (duodeno) y puede encontrarse en dos estadios: quistes y trofozoitos, que es su forma activa. Lo más habitual es el contagio vía fecal-oral mediante los quistes expulsados en las heces de seres humanos o animales domésticos. También pueden resultar contaminados los alimentos y el agua, donde permanecen estos quistes durante meses.
- El Enterobius vermicularis -conocido como oxiuro- es el gusano más frecuente en España, con mayor afectación de niños en edad escolar. La transmisión también es fecal-oral, por contaminación de agua, alimentos u objetos, aunque en niños pequeños también puede deberse a autoinfestación, por rascado de la zona perianal. Dado que los huevos permanecen en el entorno durante semanas –en sábanas o ropa interior, por ejemplo- es frecuente la transmisión a otros miembros de la familia.
- Ascaris lumbricoides es el gusano cilíndrico más grande (20-40 centímetros) y más frecuente en el mundo. El reservorio dónde permanecen sus huevos durante meses es el suelo y desde allí se ingieren vía oral a través de aguas y alimentos contaminados. Las larvas atraviesan la pared del intestino, llegando a los pulmones a través de la circulación y desde allí se tragan otra vez de manera que llegan al intestino delgado (dónde se alojará la forma adulta del gusano).
- Cryptosporidium parvum es también bastante frecuente y se transmite por vía fecal-oral a partir de niños asintomáticos en la guardería. También por contaminación del agua o los alimentos contaminados, o por contacto con animales infestados.
- Las Entamoebas pueden ser patógenas (productoras de enfermedad) o colonizadoras no patógenas. La transmisión se produce por ingestión de los quistes a través del agua y alimentos contaminados, ya que son muy resistentes a la cloración.
- La Trichuris trichiura es menos frecuente y se produce por ingerir huevos del gusano que permanecen en las manos, alimentos o agua. No se transmite de persona a persona.
- Tenia solium (vulgarmente conocida como “solitaria”) suele encontrarse en los cerdos, y la saginata en el ganado vacuno, de manera que el ser humano se infesta al comer la carne de cerdo poco hecha.
- La infestación por Strongyloides stercolaris es una enfermedad endémica en países tropicales, y en suroreste de Estados Unidos, y característicamente este parásito puede permanecer replicándose en el individuo durante tiempo.
- Las Uncinarias se adquieren por la penetración de la larva a través de la piel o bebiendo agua contaminada. Es una parasitosis poco frecuente en España.
Parásitos intestinales: ¿Qué síntomas producen?
La infestación por parásitos puede cursar sin síntomas o bien dar síntomas digestivos muy inespecíficos (dolor abdominal, diarrea…) que dependerán del tipo de parásito.
- En el caso de las Giardias, cuando existen síntomas, lo más frecuente es la diarrea con heces acuosas y malolientes, a veces asociada a febrícula (décimas de fiebre) y anorexia (falta de apetito) o náuseas.En casos más severos o niños con inmunodepresión la diarrea es muy intensa, asociada a dolor abdominal y pérdida de peso por malabsorción de los nutrientes.
- Cuando un niño tiene sintomatología por oxiuros (Enterobius vermicularis- presenta característicamente picor anal -más intenso por la tarde y noche) o vulvar con flujo vaginal blanquecino, en niñas. En otros casos pueden presentar dolor abdominal en fosa ilíaca derecha y diarrea, vómitos y falta de apetito. En ocasiones pueden causar cuadros de agresividad y cambios de humor con irritabilidad, terrores nocturnos y bruxismo (rechinar de los dientes) aunque esto último no parece tener una clara relación con el parásito sino con el estado de nerviosismo, o con problemas de oclusión dental.
- Los Ascaris son parásitos que pueden producir afectación pulmonar (neumonitis). cuando la larva migra al pulmón, apareciendo tos, fiebre y expectoración. Posteriormente cuando el gusano se aloja en el intestino aparece dolor abdominal en el epigastrio, vómitos y diarrea con retraso del crecimiento. Si llega a ser muy grande puede dar lugar a obstrucción del intestino.
- La parasitación por Cryptosporidium produce síntomas digestivos similares a una gastroenteritis aguda: heces acuosas, dolor abdominal, disminución del apetito y vómitos). En niños con inmunodepresión pueden darse síntomas más severos y afectación de otras localizaciones (hepatitis o artritis).
- El Blastocystis hominis cuando produce síntomas cursa con distensión abdominal, diarrea aguda y falta de apetito. En algunos casos puede haber picor cutáneo o síntomas alérgicos.
- Las Entamoeba hystolítica es rara en España y Europa, lo frecuente es adquirirla cuando se viaja a países tropicales y se caracteriza por diarrea con sangre y moco. Los parásitos pueden adherirse al intestino grueso y producir úlceras, incluso en otras ocasiones pueden diseminarse y llegar hasta el hígado produciendo abscesos o acúmulos de pus. En ocasiones cursa con fiebre y espasmos dolorosos del recto. También puede dar un síndrome parecido al intestino irritable, con diarrea alternando con estreñimiento.
- Los huevos de Trichuris trichura se adhieren al intestino delgado y posteriormente van al colon dónde maduran y se convierten en gusanos adultos. Suelen producir distensión abdominal y dolor cólico, y en casos más graves diarrea con sangre. A veces prolapso rectal (protusión del recto a través del ano).
- Las Taenias no suele dar síntomas y lo que llama habitualmente la atención es la eliminación en las heces de anillos del parásito o de un material lechoso que provoca picor anal. En otras ocasiones provoca dolor abdominal, falta de apetito (o a veces, aumento), adelgazamiento, naúseas y vómitos. También pueden existir otros síntomas como dolor de cabeza o vértigos e incluso convulsiones.
- El Strongyloides además de síntomas digestivos inespecíficos también puede dar síntomas cutáneos al penetrar la larva en la piel (dermatitis), y respiratorios (neumonitis) al llegar al pulmón. Las Uncinarias tienen síntomas muy similares.
Categoría: Crecimiento y Desarrollo