Simbióticos: probióticos + prebióticos
Escrito por Raquel Palacios Benito
Revisado medicamente por Dr Esteban Delgado, PhD, FRSPH, MAE
Ultima actualizacion: September 20, 2024
⇒ Historia de los probióticos y los prebióticos
Desde la Grecia antigua se conoce que determinados alimentos son buenos para la salud. Ya lo dijo Hipócrates en el siglo V a.C.: “Haz que tus alimentos sean tus medicinas y que tus medicinas sean tus alimentos” Esta frase ha pasado al hombre actual mediante la máxima: “Somos lo que comemos”. Los griegos sabían por experiencia que la leche coagulada era un buen remedio contra males estomacales, de hígado o enfermedades respiratorias. Creían que era un alimento “milagroso”.
El emperador mongol Genghis Khan alimentaba a su ejército con “kumis”, una clase de bebida láctea que contenía algo de alcohol. Y las poblaciones nómadas de los Cárpatos y del Cáucaso utilizaban bolsa de piel de cabra para y transportar la leche fresca; al final la leche se convertía en una masa semisólida, en contacto con las bacterias que fermentaban la leche al calor de la bolsa de piel. De forma empírica se descubrió que estos alimentos no se estropeaban, sabían bien y eran buenos para la salud; la explicación científica es que las bacterias producían ácido láctico a partir de hidratos de carbono benefician al ser humano.
Con el tiempo se surgieron los términos yogur (de origen árabe) o “leche búlgara”. Aunque el yogur es la más famosa, hay otro tipo de bebidas a base de leche fermentada: “Mazum” (Armenia), “kéfir” (Rusia) o “Masslo”, en Irán. Hoy las bacterias del ácido láctico (BAL) están muy de moda.
El “descubridor” oficial de los microorganismos vivos beneficiosos para salud fue el microbiólogo ucraniano Élie Metchnikoff, que consiguió el Nobel de Medicina en 1908 por descubrir el mecanismo de acción de las leches fermentadas (yogures, leche búlgara) y de sus efectos beneficiosos en el organismo humano. En primer lugar, el investigador demostró que la fermentación del yogur era posible por la acción de bacterias (lactobacilos) capaces de convertir el azúcar de la leche en ácido láctico; la sustancia resultante prevenía el desarrollo en el intestino de microorganismos dañinos que surgen tras la descomposición de alimentos. Logró aislar en laboratorio a las “bacterias buenas”.
¿Y cuál fue su trabajo de campo? Estudiar el porqué de la longevidad en Bulgaria. Un país no muy desarrollado como éste a principios del siglo XX tenía un número relevante de ciudadanos que sobrepasaban los cien años… La razón, según el microbiólogo ucraniano, estaba en la base de la dieta: yogur o leche búlgara. Así, Metchnikoff se convirtió en defensor del concepto hipocrático de la “dieta-medicina”.
¿Qué es un probiótico?
Los yogures y leches fermentadas, además de algunas bebidas y complementos alimenticios, son fuentes de probióticos. Se trata de microorganismos vivos que tienen efectos saludables para el organismo por su acción sobre la flora intestinal, ya que fomentan el crecimiento de bacterias “buenas” como lactobacilos y bífidobacterias y “neutralizan” la proliferación de las bacterias perjudiciales.
La etimología de la palabra probiótico nos engancha con su raíz griega: “pro” y “bios”. Significa “a favor de la vida”. Los pioneros en su utilización fueron los científicos Daniel M. Lilly y Rosalie H. Stillwell en 1965 para definir “cualquier sustancia o microorganismo capaz de mejorar el equilibrio microbiano intestinal”.
Otro dos expertos, Schremzenmeir y Vrese fueron más allá al decir que un probiótico es un producto “que contiene microoganismos definidos, viables en número suficiente, que puede alterar la microflora (mediante implantación o colonización) en un compartimento del huésped, y con ello ejercer efectos beneficiosos para la salud de éste”.
Y la definición más reciente de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación FAO es la siguiente: “Los probióticos son microorganismos vivos que cuando se administran en las cantidades adecuadas ejercen efectos saludables en el huésped (en quien las toma)”.
¿Para qué sirven los probióticos?
Diversos estudios y ensayos clínicos indican que hay evidencias de la acción saludable de determinados probióticos en la flora intestinal y en alivio de síntomas de algunas enfermedades como diarrea o colon irritable, entre otras.
¿Qué es un prebiótico?
Cebolla, ajo, espárragos, alcachofas, puerros, plátano, cereales… en estos alimentos pueden encontrarse los llamados prebióticos en estado puro, sustancias que no se absorben ni en el estómago ni en el intestino delgado. Algunos preparados lácteos, galletas o alimentos infantiles también anuncian que incluyen prebióticos en su composición. Sin prebióticos en el organismo, los probióticos (bacterias “buenas”) no acabarían de instalarse en el sistema digestivo.
Los prebióticos no son microorganismos vivos, a diferencia de sus compañeros los probióticos, sino fibra no asimilable por el organismo. Según la definición de Gibson, se trata de “ingredientes de la alimentación no digeribles, pero sí fermentables, que afectan beneficiosamente al huésped (a quien los toma) mediante la promoción selectiva del crecimiento y actividad de un número limitado de especies bacterianas”.
Los prebióticos más usados son los fructooligosacáridos (FOS), fibra soluble rica en fructosa, que nuestro cuerpo no es capaz de digerir, pero cuya fermentación en el intestino grueso sirve de “alimento”a los lactobacilos y bifidobacterias. Los prebióticos están considerados como los nutrientes de los probióticos y su implantación en el intestino va a depender de la flora intestinal que haya en ese momento. La mayoría de estas sustancias que los forman son polímeros de azúcares no hidrolizables no absorbibles en el estómago e intestino delgado: llegan casi enteros al intestino grueso, donde hay bacterias capaces de fermentarlos. El producto de esa fermentación es alimento y fuente de energía para las bacterias que realizan la fermentación.
Repasemos las características de los prebióticos:
- Son sustancias que no se alteran, hidrolizan ni absorben en el estómago e intestino delgado.
- Deben convertirse en sustrato de fermentación en el colon.
- Al ser fermentados, deben estimular selectivamente el crecimiento o la actividad de bacterias con efectos beneficiosos comprobados.
¿Qué es un simbiótico?
La combinación de prebióticos y probióticos da lugar a los simbióticos. Su objetivo es que la microflora bacteriana beneficiosa se instale en el intestino y se reproduzca si problemas. El prebiótico sirve de “comida” y fuente de energía al probiótico, por lo que se asegura el equlibrio de la flora intestinal.
La fibra dietética es un claro ejemplo: si el organismo la consume, se promueve el crecimiento de bacterias buenas en el intestino; si hay escasez de fibra en la dieta, se suelen apreciar cambios en la microflora intestinal. Disminuye la población de lactobacilos y aumenta la presencia de bacteroides, capaces de formar compuestos cancerígenos.
Categoría: Crecimiento y Desarrollo