Preparación del biberón según la edad del niño

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Revisado medicamente por Dr Esteban Delgado, PhD, FRSPH, MAE
Ultima actualizacion: October 3, 2024

El biberón cambia con el crecimiento del bebé



Siempre que sea posible es importante que la persona que dé el biberón al niño sea su madre, para favorecer el vínculo madre-hijo.

El biberón debe ser de tamaño pequeño para disminuir la deglución de aire y el cansancio excesivo del niño al succionar la tetina. Esta debe ser la más adecuada para el niño y el orificio debe ser de tamaño medio, ni muy grande ni muy pequeño.

• Preparación del biberón: Se debe preparar la leche artificial en polvo con una concentración del 13%, lo que significa añadir una medida rasa de leche en polvo con un cacito por cada 30 mililitros de agua tibia a temperatura ambiente. El agua puede ser del grifo o envasada, sin necesidad de hervirla, a excepción de aquella que proceda de zonas de bajo nivel socioeconómico o cuando haya indicios de falta de higiene personal. Entonces el agua se debe hervir durante tres minutos para evitar problemas gastrointestinales. Su contenido en sodio o en residuos de metales pesados como el plomo debe ser mínimo.

El biberón y la tetina se deben hervir durante diez minutos o esterilizar con vapor o microondas, colocándolos llenos de agua y destapados; el agujero de la tetina debe permitir la salida de la leche por goteo.

Primero el agua, luego el cacito raso

Siempre se añade primero el agua y después la leche, mezclando bien y el biberón. Éste se calienta al baño maría o en el microondas. El problema del microondas es que no calienta homogéneamente, por lo que se debe mover para que el calor se distribuya. Una vez caliente, hay que comprobar la temperatura del biberón vertiendo unas gotitas en la muñeca para asegurarnos de que no está a una temperatura demasiado alta. Antes de dárselo al niño, debemos asegurarnos de que el bebé está cómodo.

Es posible preparar los biberones que se necesitan para todo el día y guardarlos en la nevera como máximo durante 24 horas, aunque lo mejor es siempre prepararlos antes de cada toma. Existen preparados líquidos de leche artificial ya listos para la toma.

• Postura adecuada: El niño se debe colocar en los brazos y ofrecerle el biberón sin forzarlo. Éste debe estar inclinado para que la tetina se mantenga llena de leche constantemente, evitando así que el niño trague aire.

Si el bebé come muy deprisa y no hace pausas, conviene retirar el biberón con cuidado y estimularlo para que eructe e incluso darle unas palmaditas en la espalda, colocándolo sobre el hombro de la madre o sobre su regazo verticalmente, o bien tirando suavemente de sus brazos hacia arriba.

• Frecuencia: La frecuencia de tomas es similar a la lactancia materna: es a demanda, es decir, cuando el niño lo pida, que es generalmente es cada dos horas y media o tres horas. El estómago del recién nacido va aumentado de tamaño según va creciendo, pasando de 20-90 ml de capacidad a 90-150 ml en el primer mes. Durante los primeros 30 días se va aumentado gradualmente la toma de 10 en 10 mililitros, según el número de semanas que tenga el bebé, como se observa en la siguiente tabla:

 Edad  Número de tomas
 Volunen en ml
 1 día 8 – 10 10 – 20
2 días 8 – 10 20 – 30
3 días 7 – 9 40
4 días 7 – 9 50
5 días 7 – 9 60
6 días 7 – 9 70
7 días 7 – 9  80
 2 semanas  7 – 9 90
 1 mes 7 – 9 120

A partir del primer mes, las tomas no se aumentarán de 10 en 10 mililitros, si no de 30 en 30; en el segundo mes, el bebé toma 150 mililitros, en el tercero, 180, en el cuarto, 210 y en el quinto 240.

El niño alimentado con biberón puede aguantar unas seis horas sin comer durante la noche hacia el primer mes de vida, así como el bebé que toma pecho, pero en éste la sensación de saciedad es mayor.

Problemas con el biberón: Casos prácticos.

Categoría: Nutrición Infantil